Saddle – GRONDA
Restaurante/Bar SaddleMadrid, España
© José Salto

GRONDA ha sido el responsable de diseñar el interior de Saddle, el nuevo restaurante de referencia de Madrid que se erige sobre los cimientos del legendario restaurante Jockey, donde se reunieran máximos referentes internacionales entre los años 50 y 90. El objetivo de Saddle es convertirse en un icono a nivel gastronómico y social y así conseguir la máxima excelencia en gastronomía que una vez tuvo su predecesor.

La intervención de GRONDA, con 1.600 metros cuadrados en total divididos en dos plantas, acogerá diferentes conceptos. En la planta principal se encuentra el Lobby, dividido en zonas con mobiliario y accesorios diseñados hasta el último detalle para transmitir intimidad, sofisticación y exclusividad. Las diferentes áreas están separadas por grandes puertas de metal enmarcadas en paneles de seda que permiten segmentar el espacio de lounge. Al final del Lobby, las puertas permiten crear dos salones privados. Una gran obra de arte y dos armarios de licor premium visten la sala con sobriedad y elegancia. Estas salas se pueden adaptar según las necesidades y tienen capacidad para entre diez y veinte personas.

© José Salto

A continuación, la antesala al salón principal, presidida con dos grandes barras de mármol blanco que conceden protagonismo –a ambos lados– a la coctelería y a ingredientes exclusivos. Las paredes recubiertas en piel y el techo de madera crean un ambiente acogedor que sirve de antesala a la gran sala del restaurante.

© José Salto

Los comensales accederán al comedor principal con capacidad para 80 personas. Sobre esta sala, GRONDA ha creado una gran gigantesca escultura vectorial que representa una nube en movimiento. Esta obra de bronce filtra la luz que accede a través de un tragaluz de doce metros. Además, existen dos zonas semiprivadas en los laterales ligeramente elevadas. En el lado opuesto, una ventana con marco de bronce descubre la espectacular show kitchen con una isla de cocina elaborada a medida de la firma Bonnet. En el centro de la gran sala, un jardín exterior con una tupida vegetación enmarcan una chimenea antigua que será un punto visual de referencia durante las cuatro estaciones.

© José Salto

Desde la planta baja, los clientes suben por una escultórica escalera de bronce que les conducen a un recibidor. En la primera planta, los Reservados, cuatro exclusivos privados reciben al los comensales a través de una gran puerta de madera lacada. A través de una recepción independiente, continúan hasta el Grand Privée para doce personas. Además, los comensales pueden acceder a dos reservados con capacidad para seis personas. Al fondo del área de privados, los invitados pueden disfrutar del único reservado permanente de Dom Pérignon en Madrid.

© José Salto

En su interior, GRONDA ha proyectado una obra de arte relacionada con el champagne. En este espacio, se podrán sentar hasta 20 comensales en una única mesa imperial, dando también la opción de dividir la gran sala en dos reservados más íntimos e independientes.

© José Salto

El enfoque sofisticado y holístico de GRONDA, en lo que se refiere a la hostelería y la restauración, también incorpora otros elementos de diseño -desde la vajilla personalizada, los arreglos florales, el paisajismo (en colaboración con Valentine Laperche), mobiliario y moquetas diseñadas a medida, iluminación, además de las obras de arte descritas anteriormente-. La colaboración con los propietarios, chefs, maîtres y barmen ha permitido que GRONDA conciba lo que cabe esperar que sea el nuevo restaurante clásico de Madrid, en el que se celebre y se continúe la saga del mítico Jockey.