En la sala principal del restaurante se encuentra una barra gastronómica y otra de coctelería de autor. Ambas están recubiertas con baldosas de cerámicas lacadas a mano representando pequeñas plumas. Las sillas de diferentes colores que rodean la barra están situadas sobre una enorme alfombra de coloridos mosaicos que aportan el aire informal y el toque ajardinado de las típicas villas ibicencas.
Al final de la gran sala está situado el reservado, a modo de gruta recubierto de vegetación. Sobre la mesa principal se coloca una luminaria en forma de bandada de pájaros.
GRONDA ha trasladado el ritmo y la vida de ZELA Ibiza y TATEL Miami -diseñado también por el estudio- al centro de Londres. Un nuevo espacio con alta gastronomía, música en vivo y ambiente ibicenco.